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Pinturas
El guardián
acrilico s/tela 50 x 80 cm.
Luces malas del ombu despreciado
Acrílico sobre tela 70x100 cm.
Estadio Florencio Solá
Acrílico sobre tela 80 x 100 cm.
Portal
acrilico sobre tela 50 x 80
Plaza despreciada
acrílico sobre tela 70 x 120 cm.
La chanchita
acrílico sobre tela 70 x 100 cm.
Cristalux
acrílico sobre tela 70 x 100 cm.
El Tachito
acrílico sobre tela 80 x 100 cm.
Entropía
Acrílico sobre tela 80 x 100 cm.
Salamanca
Acrílico sobre tela 100 x 100 cm.
Pájaros de la pampa
Acrílico sobre tela 70 x 100 cm.
El alerta del tero
Acrílico sobre tela 70 x 100 cm.
Camino de vida I
Acríllico sobre tela 80 x 100 cm.
La playa de la isla
Acrílico sobre tela 80 x 100 cm.
Hogar caracol
Acrílico sobre tela 70 x 100 cm.
Calamaretta
Acrílico sobre tela 80 x 100 cm.
Mural en casa de un amigo
Criatura extraña
Acrílico sobre tela 30 x 100 cm.
Ogina
Acrílico sobre tela 70 x 100 cm.
Playa
Acrílico sobre tela 80 x 100 cm.
Patrones textiles, errores digitales (pixelados), figuras inspiradas en el comic, recursos pictóricos y gráficos, son elementos que se recontextualizan en un nuevo universo que responde al bombardeo de imágenes provenientes de la web, la tv, la gráfica en la vía pública, del que somos objeto en la actualidad, fantasmas que cruzan una y otra vez por nuestro horizonte visual.
El camouflage oculta los objetos mimetizándolos con su entorno, para que a una cierta distancia pasen desapercibidos, lo que se logra cubriendo él mismo con formas que sintetizan elementos del ambiente circundante. Estas formas del camouflage son reelaboradas en la obra, de manera tal que generen un paisaje, que a pesar de estar hecho de planos netos de color, produzcan espacio y luz, en una puesta en evidencia de los métodos de la pintura, y que plantean un alerta ante las construcciones de imágenes y sentidos.
Incitación a desocultar lo que está velado, a desconfiar de lo evidente, y a reflexionar en cómo las imágenes son proyecciones de nuestra conciencia.
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